Hay deportes que no son solo una competencia entre personas, ni tampoco son solo disciplinas o reglas, sino que son formas de experimentar el mundo de una manera diferente, en donde el camino a tomar define los resultados que obtendremos.

Sin embargo, es certero decir que siempre se gana, pues siempre se disfruta de aventuras y experiencias en conjunto con personas que se van volviendo compañeros de camino. Mientras más desafiante sea el reto, más memorable será la anécdota.

La orientación es un deporte de este estilo, que particularmente practico desde hace tres años y que hoy forma parte de mí. Un deporte en el que en cada competencia se aprende algo nuevo y se suman recuerdos de los buenos momentos, como los del pasado domingo 19 de mayo.

Ese día, la ciudad de Piriápolis fue la anfitriona del desafío organizado por la Federación Uruguaya de Orientación. Entre los competidores, estaba el grupo que representamos de la Escuela Militar de Aeronáutica.

Junto a quien escribe, se encontraban el Cad. 2º (Av.) Salvador Franco, los Cadetes de Primero Gastón González, Simón Báez y Felipe Oviedo. La EMA, compitió individualmente en las categorías H21 (Elite), H20 y H18.

En cuanto a los resultados, el Cadete Franco culminó primero en su categoría, y el Cadete González, tercero en la categoría de hombres de 21 años. En tanto el Cadete Báez logró el tercer puesto en la categoría correspondiente a los hombres de 20 años y yo alcancé el primer puesto en la categoría de hombres de 18 años.

Cada categoría tiene su grado de complejidad, que supimos superar individualmente, gracias a las destrezas como equipo que sembramos día a día en la Fuerza Aérea.

Esta competencia junto a las condiciones climáticas, propiciaron un ambiente ideal para los que saben disfrutar de la naturaleza y tienen presente el espíritu de este deporte, donde no llega antes el que más rápido va, sino el que sabe a dónde va.

Asp. Pierino Panighini