Base Aérea "Gral. Artigas"

El 8 de abril en la Escuela Militar de Aeronáutica (EMA), se realizaba la actividad de vuelo normal según la planilla diaria dispuesta la jornada anterior.

Cercano al mediodía, la rutina del día fue quebrada, cuando un bimotor C-212 Aviocar tocó pista en la 01-19, con su característico ruido diferente al de los monomotores de instrucción que se encontraban operando en la línea de vuelo.

Es que la Jefatura del Cuerpo de Alumnos de la EMA, en coordinación con la Jefatura de Estudios y el Escuadrón de Vuelo Básico, permitieron que los jóvenes Aspirantes realizaran un paréntesis en sus actividades planificadas y sintieran lo más preciado por todos los integrantes de la carrera aeronáutica: el vuelo.

En el transcurso de los últimos dos meses, a los Aspirantes se les recalcó el sentimiento afectivo que arraiga a cada integrante de la Fuerza Aérea al hogar militar, comúnmente conocido como espíritu de cuerpo y que lo lleva a cumplir con sus obligaciones en forma entusiasta, cuidadosa y ejemplar, pilares fundamentales del Cadete de la FAU y de los integrantes de la Institución.

En esta actividad particular, se buscó mostrarles el sentimiento en el que se conjugan armónicamente los deberes del servicio militar con los propios de la actividad aeroespacial. De forma entusiasmada, subieron a la aeronave del Escuadrón Aéreo n.°3 (Transporte) y de forma inmediata, percibieron desde arriba su nuevo hogar, naciendo desde ese momento el concepto de espíritu de vuelo.

Tras casi una hora de vuelo, pudieron sentir esa sensación de cohesión, camaradería y acción mancomunada que une a todos los integrantes de la organización. Es el sentido de la eficiencia y eficacia en el desarrollo del poder aeroespacial, y que ellos desde ahora deberán cultivar, germinar...y hacerlo volar.