Fue un 10 de agosto pero de 1918, cuando realizando el curso de piloto de combate junto al Ejército del Aire francés en la ciudad de Pau, en haras de aprender las nuevas técnicas e innovaciones tecnológicas en el ambito bélico para ser aplicadas en nuestro país, que el Capitán Juan Manuel Boiso Lanza, a quien sus superiores en Francia catalogaban como un excelente aviador pero habría que vigilarlo de acuerdo a su espíritu aventurero y arriesgado, durante la maniobra de aterrizaje próximo al terreno, se precipita a tierra en la aeronave Niuport que volaba, pereciendo en el acto, convirtiéndose así en el primer mártir de la Aviación Militar uruguaya. Hoy, luego de aquel 1938 en el que se instituyó el "Día de los Mártires de la Aviación Militar", el personal de la Fuerza Aérea Uruguaya, acompañado por los jerárcas de la nación, hizo un alto en las actividades como cada 10 de agosto, para concurrir a rendir honores al lugar donde descansan aquellos que entregaron lo más preciado que tenían en pos del cumplimiento de su misión, pasando a revistar en la escuadrilla del silencio