La historia de la inclusión de la mujer en la Escuela Militar de Aeronáutica lleva décadas. Las primeras de ellas ingresaron como administrativas al Instituto. Ellas solo siguieron los pasos de las primeras mujeres en la FAU como Adela Amedee, Elsa Erramuspe e Irma Erramuspe.
Si bien estas mujeres no eran consideradas en ese momento para realizar actividades relacionadas al vuelo, brindaron bases sólidas a lo que hoy día representamos como Instituto.
De aquí en más, los cargos femeninos comenzaron a crecer exponencialmente, pero no fue sino hasta el 2 de febrero de 1997 donde ingresaron las primeras mujeres a la EMA, para formar parte del Cuerpo Aéreo de la aviación militar. Ya antes, por sus aulas pasó personal de sanidad los cuales egresaron en escalafones diferentes al del Cuerpo Aéreo, como fue el caso de la actual Cnel. (SA) Alba Lambruschini.
Hoy día, las cifras continúan aumentado a medida que la mujer se convierte en parte intrínseca de las distintas tareas. No es difícil ver cadetes femeninas junto a instructoras de vuelo realizar una misión. Muchas veces las señas de fuera calzas, son dadas por aerotécnicas e incluso, la autorización para despegar y aterrizar son dadas por mujeres en la torre de control.
En la actualidad, la mujer forma el 38% de toda la población militar de la Base Aérea “Gral. Artigas”. El número total de mujeres sigue creciendo día a día. Y es así que enfermeras, médicas, meteorólogas, cocineras, administrativas y un sinfín de tareas más, son la base sólida de la igualdad y equidad que existe en la Escuela Militar de Aeronáutica y en la Fuerza Aérea Uruguaya.