El 11 de diciembre, en una ceremonia interna del Escuadrón de Vuelo Básico, se realizó el reconocimiento al Tte. 1º (Av.) R. Mendieta. El mismo fue elegido por propuesta del Escuadón y aval de la Dirección del Instituto.
La importancia de la formación del Cadete a grandes rasgos radica en dos áreas. La primera es la brindada por la Jefatura del Cuerpo de Alumnos y Estudios. La segunda, es la que se le brinda por el instructor de vuelo en el ámbito del Escuadrón de Vuelo Básico.
Mientras que el Escuadrón de Vuelo Básico gestiona operacionalmente los recursos que le son brindados para la materia, a nivel más básico, el empeño y entrega de este tipo de Oficiales es fundamental en la calidad del producto final. El Cadete, será receptivo a todo, ya que no conoce nada y es aquí fundamentalmente donde se crean los cimientos de su carrera aeronáutica. La calidad de la instrucción recibida, por parte del instructor, será el soporte de su personalidad como integrante del Cuerpo Aéreo.
El instructor deberá formar al Alumno Piloto para que alcance como mínimo, los valores establecidos en la norma, que serán evaluador por el Piloto Inspector. Pero el verdadero instructor, sufre con cada vuelo, donde cada error del alumno es tomado como el suyo propio. Y es aquí donde debe este, invertir gran parte de su tiempo por fuera de lo establecido, para corregir y hacer que el Cadete se supere. De ahí radica, que el diploma de vuelo solo, así como toda la instancia del cadete en la EMA, es como el pájaro que con alguna pluma, intenta volar luego de que el instructor (pájaro con más experiencia) lo invita al “vuelo”.
Esto, no es más que un pequeño reconocimiento a todos y cada uno de los instructores, que han forjado a los pilotos que egresan de la EMA.