El ataque al HMS Invencible fue una operación militar argentina durante la Guerra de las Malvinas/Falkland. El domingo 30 de mayo la Fuerza Aérea y la Armada Argentina realizaron un ataque contra el portaaviones HMS Invencible, de la Fuerza de Tarea Británica.
La conferencia, realizada a través de la coordinación entre la Escuela Superior de Guerra Aérea de la Fuerza Aérea Argentina y el Director de Educación de la Fuerza Aérea Uruguaya, Cnel. (Av.) Walter Pérez, fue hecha vía la plataforma de comunicación Zoom, permitiéndole la oportunidad de visualizarla a la Escuela de Comando y Estado Mayor Aéreo de la FAU, la Brigada Aérea II (Durazno) y la Escuela Militar de Aeronáutica, donde el mencionado Oficial Superior también es el Director del Instituto.
Entre el auditorio, se podía visualizar incluso banderas británicas, entre las cuales se encontraba el Comodoro D. Marcelo José Monetto, agregado de Defensa, Militar, Naval y Aeronáutico a la Embajada de la Repùblica Argentina en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Al comienzo de la conferencia, el Brigadier (R) VGM Ernesto Ureta se presentó ante la centena de cuentas abiertas en Zoom, y en donde (al menos en la EMA) era seguidos por 15 Oficiales y Cadetes, manteniendo según el protocolo el distanciamiento necesario en el anfiteatro del Instituto.
Su relato se hizo desde la comodidad de su hogar, con su casco de vuelo y chalina sobre el escritorio, dándole un prefacio a las palabras que vendrían más adelante. En primera instancia, el Brigadier repasó las aeronaves que intervinieron, las cuales fueron dos Super Étendard de la 2.ª Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, más cuatro A-4C Skyhawk (más uno de reserva) del Grupo 4 de Caza. En apoyo a estas aeronaves, también había dos KC-130 Hércules del Grupo 1 de Transporte Aéreo.
Otro punto de gran importancia, fue la mención que el plan inicial era para ser ejecutado el día 29 de mayo. Un día antes, la Armada Argentina había tomado la decisión de atacar al portaaviones HMS Invencible con el sistema Super Étendard-Exocet AM 39, y en donde la Fuerza Aérea solicitó intervenir en la operación.
Los indicativos de llamada variaban según el sistema de armas, según explicó el Brigadier Ureta, siendo para la sección de cazabombarderos Super Étendard: “Ala”. En tanto la escuadrilla “Zonda”, fue para los cuatro aviones de ataque A-4C Skyhawk, piloteados por el 1er teniente José Daniel Vázquez, el entonces 1er teniente Ernesto Ureta, el 1er teniente Omar Jesús Castillo y el alférez Gerardo Guillermo Isaac.
Cada uno iba armado con tres bombas retardadas por paracaídas (BRP) de 500 libras (227 k) de peso. Se mantuvo además un quinto A-4C como reserva, piloteado por el teniente Daniel Paredi.
Asimismo, y de gran importancia para la misión, fueron los dos aviones cisterna KC-130 Hércules, “Cacho” y “Gallo” respectivamente, al mando de los vicecomodoros Luis Litrenta y Roberto Noé.
El día de la operación (concordante con el día del Ejército), debió retrasarse 24 h debido a que por motivos técnicos un A-4 y un C-130 no estaban en condiciones de volar. Una vez subsanadas las fallas, cuenta el Brigadier, la misión se llevó a cabo el día 30 de mayo.
A las 11:25 h despegaron los KC-130 Hércules desde la BAM Río Gallegos hacia el punto de reabastecimiento. A las 12:30 h despegaron los Super Étendard y la escuadrilla de A-4C.
Cada avión reabasteció dos veces para cargar la máxima cantidad de combustible posible, yendo al blanco designado.? A partir del punto de reabastecimiento, adoptaron una altura de vuelo de 100 pies (30 m) cuando se encontraron a unas 140 millas náuticas (259 km) de distancia al objetivo.
Luego del lanzamiento por parte del Super Étendard del misil, a 20 millas náuticas (37 km) de distancia del objetivo mayor, estos emprendieron el regreso a su base, mientras la escuadrilla de aviones A-4C aceleró al máximo, siguiendo la trayectoria del misil Exocet.?
Con voz acongojada, recordó el triste momento en que fueron derribados dos A-4C Skyhawk con sus camaradas, continuando de forma muy profesionalmente lo que siguió a continuación. En ese entonces, quedaban en la corrida final el Alf. Isaac y el entonces 1er teniente Ureta, quien continuó explicando la misma. Según su relato, frente a ellos ascendía una columna de humo, producto del impacto del Exocet, siendo su humo de color negro obscuro. Para ellos, si bien era un buque, no tenían a ciencia cierta cuál era.? En el momento del lanzamiento, el Brigadier atacó al mencionado buque 30° de la popa y pasó por la parte trasera del mismo. Es ahí que pudo visualizar sus impactos, que generaron según relata humo blanco y gris, dándole la garantía de que sus bombas habían dado en el blanco, y que efectivamente era el Portaaviones. Lo mismo hizo el segundo A-4, atacando el objetivo y emprendiendo la retirada, reuniéndose los dos aviones, recargando combustible con los abastecedores y aterrizando en la BAM Río Grande.?
En la conferencia, el Brigadier Ureta explicó que no había ninguna duda para ellos, que el buque atacado había sido el portaaviones Invencible, ya que la superestructura del mismo era alargada y sobre el borde derecho. Además de esto, mencionó que visualizó el radomo del sistema de misiles antiaéreos, algo que su segundo portaaviones (HMS Hermes) no contaba, y que confirmaba aún más su afirmación.
“Fuimos al portaaviones, atacamos al portaaviones y pegaron nuestras bombas…” fueron las últimas palabras del relato de algo más de una hora y media. Luego de esto, se abrió un espacio para preguntas, las cuales fueron muy interesantes y provenientes no solo de cuentas de Argentina, sino también de espectadores que se encontraban en otros países.
Este tipo de conferencias son muy valiosas no solo en lo estrictamente profesional, sino también en el ámbito académico ya que permite conocer de primera mano hechos históricos de la aviación militar, dentro de un ámbito de respeto y camaradería.
La Fuerza Aérea Argentina realizó 439 misiones de reconocimiento y exploración. Además de esto, según contó el Brigadier, las misiones estrictamente de combate fueron 445, de las cuales el 64% llegaron al blanco designado.
El Director de Educación de la FAU saludó al conferencista en agradecimiento por brindar la oportunidad académica. Como hecho anecdótico, entre los saludos también un civil presentó sus saludos, mencionando que estaba orgulloso de su Fuerza Aérea, pero que en su condición de personal no militar, no había contribuido en el conflicto.
“Yo hice mi trabajo…y usted hizo el suyo yendo a trabajar de forma normal y permitiendo que nosotros hiciéramos el nuestro, que fue defender a la Patria…” finalizó el Brigadier Ureta.