Varias experiencias aéreas con el advenimiento del nuevo siglo XX y el desarrollo que iba tomando el maquinismo y la conquista del aire en sus primeros años (tanto en Europa o aquí en el Río de la Plata con los aviadores extranjeros), conmocionó y dio el acento de la necesaria transformación de nuestra forma de pensar, en la posible creación del desarrollo de la aeronáutica en el país.

El 1° de diciembre de 1912 el aviador civil argentino Conscripto Pablo Teodoro Fels cruzó el Río de la Plata en vuelo, desde El Palomar en Buenos Aires al Campo de Maniobras del Regimiento 1º de Artillería en la zona de Carrasco (Montevideo), en su monoplano Blériot. Fels había nacido en Conchillas, departamento de Colonia, de nuestra República Oriental del Uruguay

El aludido acontecimiento determinó que el 3 de diciembre en el acuerdo semanal celebrado entre el presidente de la República José Batlle y Ordóñez y el Ministro de Guerra y Marina, se cambiaran ideas acerca de la creación en nuestro país de una Escuela de Aviación Militar, por estilo de las que existían en los países más adelantados de Europa y América.

A partir de esa coyuntura la aeronáutica nacional era algo imparable e inminente. El Poder Ejecutivo se puso en contacto con el aviador francés Marcel Paillette, radicado en Buenos Aires, donde contratado había dado instrucción de vuelo a partir de noviembre de 1912, en la recientemente creada Escuela de Aviación Militar Argentina; y se lo invitó a Montevideo para mantener conversaciones, sobre la posibilidad de fundar una escuela de aviación.

Al día siguiente del arribo a Montevideo, Paillette (11 de diciembre de 1912) es recibido por el ministro de Guerra y Marina, Gral. Bernassa y Jerez, quién, después de oírle atentamente sobre su plan de establecer una escuela, le solicitó que confeccionara un memorando de sus proyectos y aspiraciones, a fin de estudiarlo con atención e intercambiar opiniones con el Presidente de la República.

El 30 de diciembre de 1912, Paillette presenta un contrato al Ministro de Guerra y Marina en dos posibles formas. Después de estudiarlas el Gobierno acepta la segunda: en un plazo de tres meses, el aviador deberá actuar como Instructor y Director. La Escribanía de Gobierno y Hacienda prepara un contrato y le comunica la aceptación el 8 de enero de 1913. El contrato se firma el 30 de enero de 1913, entre el Ministro de Guerra y Marina y Marcel Paillette.

El 17 de marzo de 1913, hace hoy 107 años, con una sencilla ceremonia que consistió en la lectura de la Orden General n.° 1155 del Estado Mayor del Ejército, emanada del Ministerio de Guerra y Marina, se dio por inaugurada la Escuela de Aviación Militar, en un potrero de la estancia Santo Domingo, de la sucesión de Dalmiro Veracierto, Campo Militar n.° 1 del Ejército Nacional, cercano a “Los Cerrillos”, departamento de Canelones.

Un poco más de un siglo después, nuestro Instituto lleva el esfuerzo constante, de formar a los futuros oficiales de la Fuerza Aérea. Aquí se forman profesionales militares competentes para liderar la conducción del personal, administrar los recursos asignados y emplear los sistemas y recursos aeronáuticos orientados al dominio del poder aeroespacial y la defensa nacional.

Los avances tecnológicos y las demandas actuales nacionales e internacionales requieren que el profesional militar aeronáutico se encuentre preparado para cumplir la misión que le ha sido asignada de manera eficiente y enfrentar los nuevos desafíos que permanentemente se presentan en un mundo dinámico y globalizado.

La formación que se brinda, otorga las herramientas necesarias a los jóvenes para hacer frente a este desafío, y en tal sentido, el plan de estudios del Instituto cumple con los fines generales de la educación proclamados en la legislación vigente, así como con los fines específicos de la educación militar.

A partir de este año, y de acuerdo a la Resolución n.º 0129/ 2020 del Ministerio de Educación y Cultura, se reconoce el nivel académico de la carrera, brindando a los cursantes la posibilidad de egresar además como “Licenciado en Defensa Militar Aeroespacial”. Esta licenciatura tiene como objetivo general dotar a la sociedad de una opción de formación de nivel universitario, en el ámbito de la rama militar aeronáutica que permita al país contar con profesionales preparados para el manejo del poder aeroespacial y la defensa nacional.

Hoy nuestra casa de estudios, enarbola sus pabellones patrios y continúa formando a los futuros aviadores de la Fuerza Aérea, tal como lo hicieron nuestros pioneros hace más de un siglo atrás, con mente clara y pulso firme, con una formación de carrera de nivel académico de grado, que enorgullece a la Aviación Militar y por consiguiente a toda la Fuerza Aérea Uruguaya.

¡Feliz 107.° aniversario Fuerza Aérea Uruguaya!